otro crimen en "democracia", consecuencia de la Impunidad

Asesinaron a testigo clave en la causa Brusa

Silvia Suppo, testigo considerada clave en el juicio que se llevó adelante contra el ex juez federal Víctor Brusa, fue asesinada de 12 puñaladas en Rafaela. La mujer fue quien testimonió uno de los relatos más comprometedores en la causa por la cual fueron juzgados el ex magistrado Brusa; el ex comisario y ex jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas, Héctor Colombini; el ex jefe de la Guardia de Infantería, Juan Perizotti; la ex carcelera policial María Eva Aebi; el ex jefe del Comando Radioeléctrico de Santa Fe y de la comisaría Cuarta, Mario Facino; y el ex policía Eduardo Ramos.
El homicidio vuelve a poner en el centro de la escena política al Programa de Protección de Testigos, del cual es responsable el gobierno de la provincia de Santa Fe.
Suppo fue hallada gravemente herida esta mañana en un céntrico local comercial de su propiedad en la ciudad de Rafaela. “Tras una primera hipótesis de robo, la Policía ya trabaja con más fuerza en la idea de represalia por sus testimonios y por su militancia en organismos de Derechos Humanos”, señaló el portal de noticias Sin Mordaza.
Según los primeros indicios, el homicidio de la testigo ocurrió temprano, en horario comercial y a plena luz del día. Recién a media mañana el cuerpo aún con vida de Suppo fue advertido por una ocasional clienta. Los investigadores destacaron la impunidad con que se movieron los autores.
El lugar se encontraba con un mínimo desorden y con indicios de faltantes de las mercaderías, pero la saña con la que actuaron el o los asesinos quienes asestaron doce profundas puñaladas en el cuello, tórax y abdomen, también indujeron a los investigadores a relativizar la hipótesis de robo.
“La idea de que Suppo fue virtualmente ejecutada en un brutal ajuste de cuentas cobra forma debido a las implicancias que tuvo la víctima, primero al ser una de las tantas prisioneras del terrorismo de Estado que se impuso en el país durante la última dictadura militar, sino que además fue una testigo de vital importancia en la denominada «causa Brusa» en la que imputó además a Sixto Camilo Perizotti”, ponderó Sin Mordaza.
Suppo, si bien no volvió a militar en partidos políticos, estaba vinculada a organismos defensores de los derechos humanos.

La condena a Brusa
Brusa fue condenado a 21 años de prisión y otros cinco represores fueron sentenciados a penas que van de 19 a 23 años de cárcel, en el marco de la primera condena en la provincia contra represores que cometieron delitos de lesa humanidad durante la última dictadura.
Así, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a 21 años al ex juez federal Brusa, y dispuso 22 años para los ex policías Juan Calixto Perizotti; 19 años para María Eva Aebi; 20 años para Mario José Fascino, y 23 años para Héctor Colombini y Eduardo Ramos.
La denominada Causa Brusa se inició a mediados de 2002, a partir de que el juez federal Reinaldo Rodríguez declaró la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Durante el desarrollo del proceso hubo demoras ocasionadas por diferentes recusaciones y pedidos de nulidad interpuestos por la defensa.
Brusa recibió la condena por ser considerado autor penalmente responsable de apremios ilegales en ocho hechos, en concurso real, durante su actuación como funcionario judicial durante la última dictadura militar.
El tribunal que condenó a los represores estaba integrado por Roberto Manuel López Arango, presidente del mismo, y por los conjueces Carlos Renna y Andrea Alberto de Creus, quienes dispusieron la inhabilitación absoluta y perpetua para todos los acusados.

Una testigo clave
Silvia fue la primera testigo en relatar su cautiverio, luego de que fuera secuestrada por el Ejército en marzo de 1977, cuando tenía 17 años, junto a su hermano y a Jorge Destéfani, su esposo, fallecido en 2009. La rafaelina recordó que unos días antes de su rapto había sido secuestrado su novio de ese momento, Reinaldo Hatemmer, quien continúa desaparecido.
La mujer, además, contó que estuvo detenida en la comisaría Cuarta de Santa Fe, en la Guardia de Infantería Reforzada y en el centro clandestino de detención conocido como "La casita", ubicado a las afueras de la ciudad de Santo Tomé.
Suppo fue interrogada encapuchada en la seccional Cuarta, donde el jefe era el acusado Mario Facino, y pasó también por la Guardia de Infantería, donde identificó como jefe a Perizotti y como secretaria de éste a María Eva Aevi.
En la Cuarta recibió la visita del entonces obispo de Rafaela, Jorge Casaretto, a quien le contó de la violación a que la sometieron y las torturas.
Entre muchos hechos que le ocurrieron a ella y a otras personas, la mujer habló de su hermano Rogelio Suppo, quien tras ser salvajemente torturado logró escapar de un hospital y luego de varios días de estar prófugo abandonó el país hacia Brasil ayudado por Casaretto y el obispo Justo Laguna.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Las y los invito a leer mi blog ww.causabrusa.blogspot.com en donde está el ISASAGATE. las falsas denuncias de Patricia Isasa (causa Brusa), quien instigada por José Schulman y Pilo Monzón,dijo que yo la amenacé con dos mensajes de texto